Esperemos Mayo

Es extraño, raro, inusual, pero estoy en medio de la distancia sintiendo maripositas en la barriga. Escribo sobre lo que me pasa, porque bien merecido lo tiene. Para mi, empezó como jugando con miradas que no querían darse a conocer, pensé ese día "un beso y punto, total mañana ya estaré lejos" pero no sabía que ese beso sería la mejor droga que he probado, sentí alucinaciones extraordinarias en mi cuerpo. Quede impactada.

Ahora, ya lejos de él, estoy anciosa cual adicta. Esa adicción, no negaré, me está llevando lejos de la realidad, pero no me importa. Después, fácil tenga una caída abrupta, pero creo en cada una de sus palabras. Ambos estamos de acuerdo en vivir este lindo presente, sin pensar en el mañana, finalmente, no sabemos que pasará porque dioses no somos.

Todos o la mayoría piensan que estoy equivocada, que ya pasará, que no aprendo de mis errores, que estoy loca porque me vuelvo a involucrar con alguien que no está cerca de mi. Ellos tienen razón, Paulo no es perfecto, vive a muchos kilómetros de acá, por lo demás creo que está hecho para mi. Aunque todos me digan que lo olvide, eso inevitable: cada día pienso él, muero de ganas de escucharlo, hablar con el, de escuchar todo lo lindo que me puede decir. En conclusión creo que seguiré apostando por estas maripositas, posiblemente la cobardía se vaya para bien o se quede para alejarme de él. Esperemos Mayo.