Hoy recuerdo que:

· No me gusta caminar, prefiero correr. Posiblemente porque la paciencia está escaza
· Aunque no me gusta caminar, camine. Camine por todo Buenos Aires.
· Claro, tuve un tramo con trampa.
· Cuando empecé la caminata, no pensé en caminar.

· El recorrido fue de Pacheco de Melo y Uriburu hasta Santa Fé y Pueyrredón. De la estación de Pueyrredón hasta la estación Catedral (tramo con trampa). Camine unas dos cuadras hasta la Casa Rosada, para luego caminar unas 5 cuadras hasta llegar a Puerto Madero, justo al frente del Hilton de Buenos Aires. Doble a la derecha y camine por los diques, pase por el puente de la Mujer. Camine todo el puerto hasta llegar a la Fuente de la Nereidas. Luego fuí a la reserva ecólogica, donde descubrí que tiene 350 hectáreas. Camine por todo el tramo permitido de la reserva hasta el Río la Plata. Saliendo de la reserva, camine por segunda vez todo el puerto hasta llegar a la Av. Paseo Colón, luego la Calle Estados Unidos y hasta Perú. En San Telmo hice mi parada oficial para comer. De San Telmo partí para el barrio La Boca. Es decir que desde la calle Perú hasta la Av. San Juan, para luego tomar la calle Chacabuco, luego Av. Martín García hasta Almirante Brown. Luego tomé la calle de la Madrid y llegue a Caminito.

· Cuando caminaba por la reserva pensaba en lo emocionante que sería ver el agua, el río, porque podía escucharlo. Estaba ilusionada.


Ahora se que hay que ser paciente, intentar, disfrutar, esforzarse y siempre tener en cuenta que existe la posibilidad de un "no es lo que yo esperaba".