Marcelo, tengo saudade

Mis amigas partieron hace un mes y medio, me dejaron aquí en Lima para ir a cumplir el sueño americano. Tan fuerte ha sido nuestra amistad, que hasta formamos la hermandad de las Lolas, Pelusas y Monagillas. Sin embargo, ya sabía que esto ocurriría, solo estaba esperando el momento en que ellas me dirían: Lola, nos vamos a vivir a Boston. Ahora, acudo a los eventos o reuniones sin ninguna compañía, sintiendo esa sensación detestable de estar sola. Escucho en mi mente las voces, risas y bromas de ellas y pienso otra vez en mi soledad.

Digo que pienso otra vez en mi soledad, porque la primera vez fue con Marcelo. Nunca pensé que podría extrañarlo, y ahora veo todo los días nuestras fotos y videos, en los que divagábamos conversando sobre temas de la vida. Marcelo te preocupaste por mi de manera especial, me abrigaste y cuidaste de mi cuando mi fiebre alcanzaba los 38. Al final nunca cocinaste para mi, pero comimos una pizza deliciosa y me enseñaste un lindo paisaje nocturno. Aunque vivas a kilómetros de mi, admiro tu innata creatividad, y te recuerdo que somos un par de “fofos”. Admito que te extraño y cada vez que pienso en ti viene a mi el sabor a soledad. Se que no crees en el sol espectacular de la Molina, pero se que me crees cuando digo: Marcelo tengo saudade, estoy sola.

La soledad es un estado detestable, y odio mi estado actual. Una persona con soledad es como un terreno vacío, que ha sido dejado en completo abandono, en el que, con suerte, hay maleza, roedores, en el que también han pintado con letras grandes SE VENDE. El ser dejado en abandono, ciertamente, no es una acción con intensión, pues ninguno de tus familiares o amigos en verdad quieren abandonarte, pero lo hacen porque, como toda persona, piensan en sus problemas inquietudes y la distancia colabora con ello.

También, la maleza que se acumula en una persona, es un paquete recuerdos que guardas de esas personas que están haciendo su vida lejos de ti. Esa maleza se va secando con el paso del tiempo, pues cada día que pasa en un día más de sol sobre aquellas hojas o anécdotas que se olvidan porque llegan nuevas a tu vida. Pero, los roedores son aquellos resentimientos que viven ti, porque posiblemente te sientes defraudada por quienes te dejaron. Ahora, sabes bien que ellos se irán cuando otros invadan ese terreno que pusiste en venta. Pues, esa venta significa que no quieres quedarte solo, sino que quieres siempre tener compañía, que construyan sobre ti una casa (encontrar el amor y formar una familia, ser parte de un vecindario (encontrar un grupo social) y tener dos casas a tu lado (tener dos nuevas amigas).

Yo no tengo enamorado y auque se que es mejor así, quiero uno. Me quede sin amigas, sin Marcelo, aunque ellos siguen siendo parte de mi vida. La soledad es mi miedo latente que se enciende cada vez que escucho una de esas canciones que tanto me gustan y que tienen un sabor a tropical. Repito una vez más, amigos todos tengo saudade.