Simplemente Feliz

En épocas universitarias, solía tertuliar con mis amigos, pues lo que más nos sobraba era el tiempo y nuestras preocupaciones estaban enfocadas en aprobar cursos. Recuerdo que uno de los temas con los que más alucinabas conmigo era los clásicos comentarios que tu mamá hacia cuando llegabas tarde, cuando no dormía por tu culpa, cuando te peleabas con tus hermanos, cuando llegaban los jalados, etc. Recuerdo que una de nuestras pasteledas era la Escuela Secreta de Padres, en la cual nuestros padres aprendían a decirnos “esta casa no es un hotel”, “porque tienes 18, crees que puedes hacer lo que quieras”, “mientras vivas bajo mi techo acatas mis reglas” y muchas otras que hoy es difícil recordar. Creíamos que algún día iríamos a esa escuela secreta, donde aprenderíamos a ser padres y a saber qué decir de acuerdo a cada situación.  

 

La verdad, es que hoy quisiera que haya una de esas escuelas, pues en 5 meses y medio seré mamá. La noticia llegó y yo no estaba inscrita en ninguna escuela, no tengo idea de cómo daré ese examen de admisión, me dijeron que no había tal escuela y que los padres aprenden a serlo siéndolo, confuso ¿no?, pero cierto. Aprenderé a ser mamá, cuando nazca, cuando tenga que criarlo y educarlo. Entonces, pienso todos los días en la pequeña cosita que vive dentro de mí y deseo ser una buena mamá, ahora no es importante si en el futuro repetiré todo lo que me decían mis padres, solo me importa que sea sano y que tenga un futuro estable.

Los primeros meses fueron difíciles, deseando no perderlo y cuidándome para que así sea. Por ello, no lo compartí contigo antes. Hoy quiero que lo sepas, que te enteres que estoy feliz y que esta Bruja alocada, voluble, impulsiva se despojará de todo eso para empezar una nueva etapa de vida. Encontré el verdadero amor, uno que nunca sentí y más por alguien que aún no conozco. Hoy soy simplemente feliz.