La voz del cobrador

¿Cuántas veces te has subido a una combi, y has tenido contacto con este conocido personaje, llamado cobrador? El cobrador, que se deriva de la palabra cobrar, representa un icono de hoy y para mi es mucho más que eso. No hay sexo para ser cobrador, pues encontramos que hay varios tipos de cobrador: Los clásicos cobradores hombres, Las feministas mujeres cobrador y los liberales cobradores gay. Sin embargo, el siguiente texto tratará sobre los clásicos cobradores hombres.


Pues bien, el cobrador suele vestirse, muchas veces, extravagantemente, parece que con lo que duerme sale a la calle, no le importa como se ve, aunque puede llegar a ser un galán. Es también, poco aseado, muchas veces lo encuentras sudado, con los cabellos desordenados y casi siempre lacios, quien lo ve en la calle podría decir que este personaje es un resinoso. Ahora, si hablamos de su comportamiento, es muchas veces desatinado, te dice sube, sube no más y no se compromete con nada. Pero, hay algo que no olvidamos de el: su voz. La voz del cobrador es poco modulada, no entiendes lo que dice, o si lo entiendes es por intuición, pareciera que viene de otro mundo, pero entras en una confusión porque piensas que es peruano. Su voz en vez de ubicarte te desubica, te promete llevarte a donde quieras, pero al final del viaje caes sentada en mitad de la pista, porque como ya mencione, no se compromete con nadie.

Ahora bien, después de haber descrito como es el clásico cobrador hombre, debo aclarar que si, anteriormente, mencione que hablaría sobre este tipo de cobradores, me olvide de mencionar que tuve, llamémosle, una ilusa relación amorosa con el y que todo lo descrito en líneas anteriores se relaciona con lo que hoy se llama "free relations", a las que la mujeres nos cuesta adaptarnos. Si pensaste que me involucre con cobrador no estás del todo errado, pues si bien no es un cobrador, este individuo tiene muchas similitudes con el, al menos tiene voz de cobrador. Sin embargo, se que no soy la única que ha tenido una relación con un hombre con voz de cobrador, o con alma de cobrador. Si eres mujer, entenderás mejor y si eres hombre entenderás el complicado pensamiento femenino. Si te pones a pensar en algunas relaciones pasadas, encontraras que hubo un hombre que te dijo sube, sube (al micro de la pasión y amor) pero que como todo cobrador no se compromete, dejándote caer a mitad de la pista con el corazón atropellado y diciéndole al conductor de su vida: pisa fuerte no más. Ese cobrador de tu vida, no te habla claro porque no quiere hacerlo, todo es para seducirte y poder tener contigo una "free relation", que se conoce más como: yo me acuesto contigo pero no soy nada tuyo, frente al mundo somos amigos. Y tu, indignada porque seguro ya pagaste el pasaje, odiaras esa ruta, detestarás esa combi y querrás sacarle la cabeza a ese cobrador, así verás al amor como una amenaza latente en tu vida, pues tu nunca sabrás si aparecerá otro cobrador. De aparecer lo único que puedes hacer es adaptarte o sostenerte bien del pasamanos, y saltar en la primera parada.