Bienvenido a mi Despedida

He decidido no escribir. No escribir un e-mail de despedida, porque mis amigos merecen más que eso. Merecen tener un lugar privilegiado donde leerme, por eso les doy la Bienvenida a mi Blog, aunque sea para mi Despedida.

Hoy quiero contarles que  cuando era una niña pensaba que a los 21 terminaría la universidad, y que luego tendría un trabajo lindo en un rascacielos, tendría un Audi o algo así, trabajaría en sastre, a los 24 me casaría, y a los 25 tendría una hija. Pensaba que Lima era New York. Pero,  lo cierto es que, nada de eso paso. Termine la universidad a los 23, tengo un Toyota, no uso sastre, tenía 27 cuando nació María Eduarda y no estoy casada. No crean que no soy feliz; al contrario tengo más de lo que pensaba y mucho de eso se lo debo a este trabajo que hoy dejo.

Gracias a este trabajo, puedo decir que trabaje en una institución reconocida y que muchos quisieran trabajar en ella, no es un rascacielos pero pronto será un moderno edificio. También, gracias a ella conocí a mi futuro esposo y padre mi hija; eso vale más que el Audi o que vivir en New York. Además, en este trabajo conocí contactos increíbles, ministros, presidentes, políticos, gente reconocida en el Perú y el mundo, pero sobre todo conocí a un increible grupo de amigos que quizás no tienen fama pero gracias a los Faceinhole se han hecho famosos por algunos minutos.

Si bien no extrañare el ruido, los taladros y el polvo, si extrañare el convivir con ustedes de lunes a viernes. Por ello, mis queridos workmates he decido resumirlo así:

·         Me han regalado 590 días, en los que disfrute de tener a Claudia como jefa, que acariciaba mi panza y me enseñaba no solo cuestiones de marketing sino a ser mamá.

·         Han sido 4700 horas, en las que me reí de un “No tengo ni un sol”, “Como se llama tu mamá”, “Chulsi”, así que gracias Dessire por darle color a los días y quitar el duotono al invierno.

·         Además, han sido horas de en las que compartí mi nombre, el morado de nuestra ropa, nuestro signo, el portugués y la pasión por Brasil, gracias China por haber sido mi cupido.  

·         Inolvidables 140 horas de Expoalimentaria, que pasamos estresados escuchando renegar a un oso, un Gastón Acurio, o un Fred Savage que le puso sabor y sazón a esos terribles días, gracias Aldo. 

·         Los 120 días de licencia necesitaron de esos chistes “mega” chistosos, de color “oscuro”, que recordare cuando vea “Al Fondo hay Sitio” y diga “esto es una Brianada”.

·         En 2400 minutos semanales, se han hecho inmortales en mi memoria los comentarios “picantes”, a prueba de bombas, pero Made in India by Guapus Príncipe Carlo.

·         Quizás con menos días y menos horas,  tuve la confianza de monaguillarte, por eso espero no dejes de hacerlo a todo nuevo integrante y decir cada mañana “Yo soy El Monaguillo”.

·         No llevo la cuenta del tiempo desde que llegaste, pero ha sido divertido tener al gordito burlón, imitador innato, el de la una panza no llena de comida sino de apodos, chistes, etc. Claudio gracias por todo eso, pero mi remplazo sabrá como cuidar su Facebook.

·         Finalmente, me queda decir me encanto escuchar los gritos eufóricos del más serio y maduro de todos: Lecter te queda bien el romanticismo, solo cuídate de Ica.

Me queda decir, que hay muchas personas que si bien no tienen un par de líneas en este post, si tienen libros enteros escritos en mi vida, mi carrera y han hecho posible muchas “lecciones aprendidas”. Si estás leyendo esto, es porque tengo en mi estante un libro o una revista con tu nombre. Solo me queda decirte: Gracias Totales.